domingo, 20 de noviembre de 2011

Cómo Diablos Me Metí En Esto?

Muy buenas a todos. mi nombre es Oscar Andrés García Cabrera y soy empresario hace un poco más de seis años, (para algunos mucho tiempo, para otros muy poco). Como dicen: “Se me hace como si fuera ayer” cuando junto con mi socia fuimos a la Notaria a elaborar la escritura que le daría vida al motivo de mis sueños… y mis trasnochos. Pero lo cierto es que hoy en día, mirando hacia atrás y haciendo un retrospectiva de todo lo que ha ocurrido en estos seis años puedo ver cuánto he crecido como persona y lo que he avanzado hacia el cumplimiento de mis sueños. Y no es que este bastante cerca de alcanzarlos, para nada, creo que incluso todavía estoy un poco lejos, pero la verdad es que he tenido la oportunidad de vivir cosas que no cambiaría por nada (Hay cosas en la vida que no tienen precio, para todo lo demás…).
No ha sido un camino nada fácil: he quebrado unas tres veces, por no decir que he vivido en bancarrota, y llegó la época es que no podía acercarme a un banco porque todas las alertas empezaban a sonar (a consecuencia de mi “excelente” historia crediticia), y he estado cerca de tirar la toalla varias, VARIAS, veces. Entonces, ¿qué es lo que que tiene esto, que aún sigo intentándolo en lugar de comprar un traje y una corbata, el periódico y conseguir un trabajo con mejor paga, menos responsabilidades y muchas menos preocupaciones?. Tal vez será el sentir y comprobar que puedo crear algo con mis propias manos, algo que nadie podrá quitarme jamas; saber que a pesar de las adversidades y de los malos tiempos, nunca me dejaré vencer por el miedo y las adversidades; saber que a pesar de caer mil veces, me levantaré otras tantas y seguiré mi camino, un camino que nadie más ha recorrido y que tengo que ir abriendo día a día, para que otros puedan seguirlo. Alguna vez escuché: ”Haz como el Sol que aunque cae cada tarde, a la mañana siguiente se levanta y alumbra más que nunca. Tú eres el sol que alumbra la vida de muchas personas”. Tener empresa, darle empleo y pagarle un salario a una persona con el cual ella puede alimentar a su familia, poder ofrecer a las personas un producto que más que un placer les dará una experiencia, son cosas que me han hecho comprender y valorar mucho más esas palabras. Desde mi perspectiva de empresario esas palabras además de ser bonitas toman un sentido aún mucho más profundo.
La verdad ser emprendedor para luego convertirte en empresario es un constante reto contigo mismo, cada vez quieres más. Primero aprueban tu plan de negocio y obtienes el crédito para iniciar tu proyecto. Crees estar en la cima del mundo y haber alcanzado la panacea. Pero luego empiezan los problemas: no alcanzas las metas de ventas del mes, tienes sobrecostos de producción, una operaria se enfermó y se incapacitó, las materias primas no llegan porque el proveedor no procesó bien la orden de compra, y así sucesivamente; vas viendo como no estabas en la cima del mundo sino que apenas eras un punto en el inmenso universo empresarial y tú estas sumergido en la mayor profundidad. Sin embargo, esa fuerza interior, ese fuego, te incita a luchar e ir derribando todos esos obstáculos, y así logras ir saliendo… poco a poco…. poco a poco…. primero resuelves los problemas de producción, luego los del personal, luego los de proveedores, vas saliendo poco a poco… cierras una excelente venta, lo vas a lograr… pagas las deudas, la rentabilidad aumenta un 10%… lo vas logrando… y ahí, exactamente ahí, cuando vas viendo la luz al final del túnel… sácatelas!!!, viene otro golpe a la mandíbula que te manda al suelo. Casi lo Lograste!!! Pero el casi no Vale!!! tú ahora quieres más!!! no te vas a dejar!!! Y nuevamente esa fuerza interna te dice que te debes parar. Sacas todas tus fuerzas, vuelves y te paras, y vuelves y empiezas a caminar, sabes que volverás a caer, pero sabes que serás capaz de volverte a levantar. Y así es como sin darte cuenta esto ya no es una simple actividad, sino que se ha vuelto todo un reto: están en juego tus sueños; y tu empresa, es el medio para alcanzarlos. Sinceramente, esto se vuelve una pasión, algo difícil de transmitir con palabras. Tu empresa se vuelve parte de ti, porque tu empresa eres tú, es tu reflejo. Así que cada vez que alguien se mete con ella, se mete contigo; cada vez que cae, tú caes; y cada vez que triunfa, tú triunfas. De ahí sale la fuerza que te impulsará cada día a levantarte.
Creo que ser emprendedor y empresario es el camino más difícil, pero a la vez es el más satisfactorio. Así que acompáñame para que seamos dos o tres, o muchos más, los que vamos haciendo camino. Entre dos las cargas se pueden hacer más livianas y llevaderas.

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